Mi primera vez en una tienda erótica
Llevaba semanas dándole vueltas a la idea de sorprender a Diego, mi pareja, y darle un giro emocionante a nuestra relación. Aunque todo marchaba bien entre nosotros, sentía que era momento de salir de la rutina y explorar nuevas experiencias juntos.
Un viernes por la tarde, después de salir del trabajo, decidí que era el momento perfecto para hacerlo. Caminando por el centro de Medellín, recordé que en el Pasaje Comercial Boulevard de Junín había varias tiendas especializadas en artículos para adultos. Respiré hondo y me dirigí hacia allá.
Al llegar, noté que el ambiente del pasaje era animado y diverso. Me detuve frente a una de las tiendas, «Zona Erótica 94», y observé su vitrina discretamente decorada. Mi corazón latía con fuerza mientras empujaba la puerta y entraba.

Una campanilla anunció mi llegada. Dentro, la iluminación era suave y acogedora. Una vendedora de rostro amable se acercó y, notando mi nerviosismo, me saludó con calidez:
—Bienvenida. ¿Es tu primera vez en una tienda como esta?
Le dije si, sintiéndome un poco avergonzada.
—No te preocupes, es completamente normal sentirse así al principio. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites. ¿Tienes algo en mente o te gustaría explorar un poco?
—Quisiera sorprender a mi pareja con algo especial, pero no estoy segura de qué elegir —respondí, intentando relajarme.
—¡Excelente! Tenemos una variedad de productos que podrían interesarte. ¿Qué te parece si comenzamos con algunos juguetes para parejas?
Asentí y la seguí mientras me mostraba diferentes opciones. Me explicó las funciones de cada juguete, desde vibradores hasta anillos estimulantes. Me sorprendió la variedad y la tecnología incorporada en algunos de ellos.
—Este es uno de nuestros más populares —dijo, señalando un vibrador con control remoto—. Es perfecto para usar en pareja y añadir un toque de diversión.
Me animé a hacer preguntas y, poco a poco, mi incomodidad se desvaneció. La vendedora me habló sobre la importancia de la comunicación con mi pareja y de cómo estos juguetes pueden fortalecer la intimidad.
Después de considerar varias opciones, me decidí por un kit que incluía un vibrador y algunos aceites de masaje. La vendedora me aseguró que era una excelente elección para principiantes.
Al salir de la tienda, sentí una mezcla de emoción y satisfacción. Había dado un paso fuera de mi zona de confort y estaba ansiosa por compartir esta nueva experiencia con Diego. Esa noche, mientras cenábamos, le entregué la bolsa con los productos y le conté sobre mi visita a la tienda. Sus ojos se iluminaron de sorpresa y entusiasmo.
—No me lo esperaba, pero me encanta que hayas tomado la iniciativa —dijo con una sonrisa traviesa.
Esa noche exploramos juntos los nuevos juguetes, descubriendo sensaciones y fortaleciendo nuestra conexión. Me di cuenta de que atreverse a probar cosas nuevas puede traer una chispa renovada a la relación y abrir puertas a experiencias inolvidables.
